Por Lila Molinier – Tape’a
En el primer año de gobierno, el Plan de Gobierno 2013 – 2018 sigue dividiendo las aguas entre los sectores que lo apoyan y quieren ver qué ventajas ofrece, y aquellos que lo rechazan por provenir de la política económica neoliberal protagonizada por el sector privado y la inversión extranjera. ¿Ella supone, por parte del Estado, el abandono del rol promotor y ejecutor de las políticas públicas que apunten al desarrollo integral sostenible? La respuesta oficial es negativa, pero la mayor participación de las empresas privadas en la planificación y ejecución de las inversiones en el campo de la intervención pública, con financiamiento público, genera el creciente rol financista del Estado.
Por otro lado, el elevado crecimiento del PIB en 2013, seguido por otro mucho menor en el presente año, siguió su patrón de reproducción en un contexto regional y mundial de mayor incertidumbre. El avance más importante ha sido la promulgación de las leyes que, por un lado, obligan al Estado a la provisión de la información pública en los sitios web institucionales y, por otro, a garantizar a la ciudadanía el acceso a la información pública, en la perspectiva del mayor involucramiento y control de la sociedad hacia la cosa pública.
También es positiva la rehabilitación y participación plena del Gobierno nacional en las instancias de integración regional. Asimismo, la apertura al diálogo y al intercambio con la República Popular de China, y su probable efecto positivo para las negociaciones del bloque Mercosur con dicho país, truncadas por la integración excluyente del Paraguay con Taiwán. En tanto, la renegociación del Tratado de Yacyretá, a sus 40 años de vigencia, con el Gobierno argentino, no ha sido transparentada, por lo que se plantea el reclamo correspondiente de información al Gobierno paraguayo.
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Fuente: Informe Derechos Humanos Paraguay 2014 – Coordinadora de Derechos Humanos Paraguay (Codehupy)