El 16 de diciembre de 2019, Lorenzo Silva Arce fue asesinado a balazos mientras dormía en un banco de la parada del bus en el centro de Asunción. Lorenzo era un reciclador indígena de 29 años. El autor, quien disparó desde un auto gris, aún sigue prófugo.
DECIDAMOS, conjuntamente con otras organizaciones defensoras de derechos humanos solicitaron al Ministerio Público conformar un equipo para investigar el caso del indígena asesinado en una parada de ómnibus céntrica, mientras dormía. Las organizaciones expresaron su preocupación en cuanto a que pudiera tratarse de un “crimen de odio”.
Así, estuvieron representantes de la Asociación de Comunicadores Católicos de Paraguay (Beatriz Pompa), de la Comunidad de Vida Cristiana (Gilberto Sanabria), de Decidamos (Enrique Gauto), de la Sociedad de Comunicadores del Paraguay (Rubén Penayo) y de la Coordinadora por los Derechos de la Infancia y la Adolescencia (Aníbal Cabrera).
Los mismos entregaron una carta a Sandra Quiñónez, Fsical General del Estado en la que se manifiesta el interés de una “debida diligencia”. El texto entregado indica que el asesinato: “reúne las características de un crimen motivado por el odio y la discriminación, dada, entre otras cosas, la condición de la identidad indígena de la persona, su situación de pobreza y de calle, en la ciudad de Asunción; si bien, sabemos que dicha persona era de la localidad de Tacuatí, y tenía una familia y formaba parte de una comunidad, quienes ahora buscan una explicación y justicia a la situación”.
Del mismo modo, se plantea que el caso sea acompañado por la Fiscalía de Derechos Humanos: “Este tipo de hechos no pueden quedar en la impunidad” se subraya y se exige al Ministerio Público hacer una investigación profunda y eficiente, a modo que nunca más ocurra este tipo de hechos, y sea visto por toda la sociedad como un hecho punible, que no es aceptado bajo ningún concepto.