Tras recibir centenares de denuncias de ciudadanos y ciudadanas de numerosos barrios de Asunción y Gran Asunción, la Coordinadora de Derechos Humanos del Paraguay (Codehupy) presentó notas al presidente de la Essap S.A., Natalicio Chase y al Ministro de Salud Pública Julio Mazzoleni, instándoles a que agoten lo más rápido posible todas las instancias y recursos que garanticen la provisión de agua suficiente y segura en los próximos meses, atendiendo la delicada situación por la que atravesamos como país por la pandemia del Covid-19 (coronavirus), porque sin agua no se podrá combatir la enfermedad.
El llamado responde a los testimonios recibidos por la Codehupy en los últimos días a través de las redes sociales, en los que muchas personas manifestaron que el problema de provisión del agua no es nuevo, sino que se originó en algunos casos ya hace casi dos años y ha venido empeorando. Existen situaciones extremas, como el caso de compatriotas que acceden al agua una o dos horas por día o, directamente se quedan sin agua por periodos de tiempo prolongado.
“En la ciudad de Asunción, barrio Mburicao hace dos años nos cortan a la noche sí o sí y últimamente en todo el día no tenemos una gota de agua” dijo una vecina.
Esta situación tiene impacto económico en las familias, pues muchas de ellas deben destinar dinero a la compra de bidones diariamente para poder beber y asear sobre todo a niños y niñas así como adultos mayores. Existen casos en los que las familias se han visto en la obligación de instalar tanques y motores, lo que implica erogaciones extras. Asimismo el impacto económico no solo se limita a gastos, sino que en algunos casos incluso implica pérdida de ingresos.
“En la zona de Tacumbú tres meses sin agua, perdimos nuestro inquilino porque ya no salía agua en el departamento que le alquilábamos. Es inhumano y cruel lo que está haciendo Essap con nosotros. Perjudica nuestra salud y economía también” indicó una de las afectadas.
Tal como lo mencionan los y las ciudadanas, esta situación tiene además un impacto en la salud física y mental. Muchas familias deben aguardar hasta la madrugada para juntar y reservar agua, afectando esto el descanso y todas las demás actividades de la rutina familiar. La reserva del agua se hace en todo tipo de recipientes: jarras, botellas, ollas, baldes, tachos y esto al mismo tiempo que se desarrolla la epidemia de dengue más grande de la historia.
A todo esto se suma el Covid-19, un virus altamente contagioso que ha empujado al gobierno a tomar rápidas medidas de prevención para evitar el contagio masivo y el colapso del sistema de salud. Por ello, a través de estas notas la Codehupy exhortó a las autoridades no solo a pensar en medidas de urgencia a corto plazo sino para los meses siguientes, ya que se habla de que el Covid-19 es muy virulento y podría afectar a una cantidad de entre 40 y 60 % de la población.
El agua es un derecho humano y si además una de las medidas vitales contra el Covid-19 es el lavado de manos, se trata de una medida de resguardo a la salud y la vida.