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Las Organizaciones de la Sociedad Civil se movilizan para defender sus derechos como actores del desarrollo y la democracia

Por: Jorge Balbis

Las OSC enfrentan a nivel internacional una situación cada vez más complicada en la que crecen las dificultades y se suman los obstáculos para su acción. Ante ello articulaciones como la Alianza de OSC para la Efectividad del Desarrollo (AOED) pueden ayudar a recoger evidencia y movilizar acciones ante gobiernos nacionales y foros internacionales para defender su derecho como actores del desarrollo y la democracia.

En el Tercer Foro de Alto Nivel sobre la Eficacia de la Ayuda, celebrado en Accra en 2008, los gobiernos se comprometieron a «trabajar con las organizaciones de la sociedad civil (OSC) a fin de generar condiciones más propicias para maximizar sus contribuciones al desarrollo». A continuación, el siguiente Foro de Alto Nivel de Busan creó una asociación mundial multi-actores (GPEDC, por sus siglas en inglés) para promover y vigilar activamente los compromisos asumidos, incluido el de mejorar el entorno propicio para las OSC como uno de los diez indicadores de progreso para una cooperación al desarrollo eficaz.

Estas condiciones refieren tanto a un «entorno» como a «estándares favorables»: El «entorno favorable» es el contexto político y de políticas creado por los gobiernos, los donantes oficiales y otros actores del desarrollo que afectan al modo en que las OSC pueden realizar su trabajo. Los «estándares favorables» son una serie de buenas prácticas de donantes y gobiernos que están interrelacionadas (p.ej. normas legales, burocráticas, fiscales, informativas, políticas y culturales) que contribuyen a incrementar la capacidad de las OSC como actoras de desarrollo que participan en los procesos de desarrollo de forma sostenible y eficaz.

Sin embargo, desde entonces, muchas OSC, tanto en el Sur como en el Norte, han visto como se han deteriorado las condiciones en las que trabajan y el espacio del que disponen ha disminuido, en distinto grado, a nivel internacional. Es por ello que, desde Accra, las OSC han hecho de esta cuestión una de las prioridades de su trabajo a nivel mundial para lograr definir, implementar y evaluar dichos entornos y estándares favorables. Prueba de ello lo constituye el “Consenso de Siem Riep de las OSC sobre el Marco Internacional para la Eficacia del Desarrollo de las OSC”, el cual, en su sección IV define una serie “Condiciones cruciales que favorecen la eficacia del desarrolla de las OSC: Políticas y prácticas gubernamentales” cuya lectura recomendamos vivamente por su claridad y vigencia.[1]

Entre estas condiciones, en primer lugar se incluye que los gobiernos deben cumplir con las obligaciones en materia de derechos humanos fundamentales que permiten a las personas organizarse y participar en el desarrollo, como ser: la libertad de reunión y de asociación; un reconocimiento legal que facilite el trabajo de las OSC; el derecho a la libertad de expresión; la libertad de movimiento, y el derecho a viajar; el derecho a actuar sin injerencias estatales injustificadas; y el derecho a buscar y recibir los recursos necesarios para desempeñar su papel legítimo en el desarrollo. A ello se suma que los gobiernos deben estructurar el diálogo democrático de carácter político y sobre políticas de forma que se mejore la eficacia del desarrollo, así como crear normas que se traduzcan en un entorno favorable para las OSC y facilitar la financiación del trabajo de las OSC.

Luego de Busan, la Alianza de las OSC para la Eficacia del Desarrollo (AOED o CPDE por sus siglas en inglés), ha desarrollado un marco basado en los derechos para evaluar el entorno favorable que incluye tres áreas esenciales y cinco dimensiones, todas ellas fundamentales para la creación de las condiciones necesarias para que las OSC se organicen y actúen eficazmente para el desarrollo promoviendo la participación de los ciudadanos y el compromiso de los gobiernos al respecto. [2]

Pero, y a pesar de estos progresos, los datos recopilados hasta la fecha por las propias OSC que participan en la AOED advierten sobre una realidad muy diferente reflejada en las restricciones cada vez más severas que en un número creciente de países afectan a los derechos que deben garantizar su acción, una experiencia muy mixta con respecto de los espacios de las OSC para influir en la política y mayores impedimentos en los términos y condiciones para el acceso al financiamiento.[3]

Ante tal situación, la AOED hizo una serie de propuestas a la reciente reunión de Alto Nivel celebrada en abril pasado en México para invertir la tendencia actual de reducción del espacio para las OSC. Entre ellas se insiste en la necesidad de desarrollar a nivel internacional un marco y directrices para un entorno favorable para las OSC basado en mecanismos existentes universalmente adoptados y aceptados en materia de derechos humanos, entre ellos, por ejemplo, sobre libertad de asociación y reunión, libertad de expresión, entre otros derechos humanos y libertades fundamentales; aumentar los recursos y la asistencia técnica para mejorar los entornos propicios a nivel nacional sobre la base de las normas vigentes de derechos humanos y los convenios de la OIT y establecer a nivel nacional plataformas multi-actores de responsabilidad y rendición de cuentas mutuas según lo dispuesto por la Alianza de Busan para la Cooperación al Desarrollo Eficaz que aseguren la apropiación democrática de la prácticas de la cooperación al desarrollo y alianzas inclusivas para el desarrollo.

Las OSC enfrentan a nivel internacional una situación cada vez más complicada en la que crecen las dificultades y se suman los obstáculos para su acción. Ante ello articulaciones como la Alianza de OSC para la Efectividad del Desarrollo (AOED) pueden ayudar a recoger evidencia y movilizar acciones ante gobiernos nacionales y foros internacionales para defender su derecho como actores del desarrollo y la democracia, para promover y vigilar activamente los compromisos asumidos por los gobiernos a nivel internacional, incluido el de mejorar el entorno propicio para las OSC asumido en Busan.

Jorge Balbis, Secretario Ejecutivo de la Asociación Latinoamericana de Organizaciones de Promoción al Desarrollo (ALOP) – Alianza de las OSC para la Eficacia del Desarrollo (AOED).

Notas

[1] http://www.alop.org.mx/sites/default/files/spanish_framework_for_cso_dev_eff.pdf

[2] http://www.csopartnership.org/

[3]CSO Partnership for Development Effectiveness: “Silenciando Voces, Cerrando Espacio: Evaluando el entorno propicio para las organizaciones de la sociedad civil como actores del desarrollo” 2014, www.csopartnership.org

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