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Revertir falencias, injusticias y desigualdades desde la Visión de la Red Rural

Compartimos reflexión de una las redes nacionales que integra POJOAJU, la Red Rural de Organizaciones Privadas de Desarrollo (Red Rural) es una entidad civil sin fines de lucro, que se fundó en el año 1989 y aglutina hasta la fecha a 17 ONGs que trabajan en Paraguay en el campo de la promoción del desarrollo rural.

Revertir falencias, injusticias y desigualdades desde la Visión de la Red Rural

En el Paraguay, país que soportó una larga dictadura de 35 años, que vive en democracia hace más de 30 años, se sigue padeciendo de graves falencias, injusticias y desigualdades que afectan negativamente a la calidad de vida de las personas.

En ese sentido, los tópicos sagrados de la Declaración Universal de los Derechos Humanos solo brillan en la teoría, en los papeles, pero en la vida cotidiana de las personas, especialmente de las más carenciadas, de los indígenas, campesinos y obreros, es letra muerta. Sus enunciados no pasan de eso, solo enunciados y de casi nula aplicación en la vida cotidiana de las personas.

Eso es así porque en nuestro país rige un sistema político, social y económico presupuestado en escandalosas exclusiones de los sectores más vulnerables; en la desigualdad, en la corrupción, injusticia, criminalidad, así como también en la destrucción sistemática y cada vez más grave del medio ambiente.

Esa grave situación que vive hoy el Paraguay es sostenida desde hace décadas, por sectores políticos y económicos que operan impunemente con la complicidad de una justicia complaciente con esos sectores de poder y exigente y rigurosa con aquellos reclamos populares por una vida digna e integra, especialmente cuando se trata de ocupaciones de tierras y otros derechos.

Este nuevo aniversario de la Declaración Universal de los Derechos Humanos sorprende, una vez más al Paraguay, conviviendo con la invariable realidad de hace décadas donde sigue campante la impunidad por la corrupción, la dilapidación de los bienes públicos y la repartija de esos bienes entre jerarcas de la dictadura de Alfredo Stroessner, militares, empresarios y amigos de ese régimen.

 Todo eso configura la grave problemática de la distribución de la tierra, lo que produjo y sigue produciendo profundas desigualdades sociales que derivan en conflictos que se reavivan dramáticamente de forma cotidiana.

Consecuencia de esos tiempos nefastos sumado al “perfeccionamiento” actual de ese régimen dictatorial en plena democracia, es que siguen los atropellos a comunidades indígenas que son despojadas y expulsadas de sus tierras ancestrales y sus miembros se ven obligados a migrar hacia centros urbanos y alrededores viviendo miserablemente.

En cuanto a la problemática campesina, los gobiernos de turno de nuestro país son altamente responsables de los grandes problemas que afectan a los pequeños productores, como el abandono al campesinado, falta de una política de reforma agraria, solución definitiva para los grandes problemas sociales y económico que genera la falta de distribución de la tierra y el apoyo real y efectiva con políticas públicas a la agricultura familiar campesina.

La falta de empleo afecta a importantes sectores de la sociedad. Sobre todo tras más de siete meses de cuarentena que impuso el covid19, la situación se agravó. Responsable de esa situación en gran medida es del gobierno actual, que no supo o carece de capacidad de gerenciar políticas públicas a ser implementadas en el sector privado capaz de generar fuentes de empleo dignos y permanentes.

El Paraguay importa, no solo ahora, sino desde hace tiempo, la mayoría de las frutas, hortalizas y verduras para el consumo de la población. Pero, por otra parte, miles de familias campesinas productoras no tienen mercados para vender lo que producen. Según datos de la Federación Nacional Campesina (FNC), anualmente se importa alimentos por un monto aproximado de U$S 500 millones. Una suma envidiable y apetecible.

De ahí la importancia de contar con políticas públicas que fomenten la producción y sobre todo la comercialización de frutas, verduras y hortalizas originarias de nuestro país. Eso tendrá consecuencia positiva directa en la seguridad alimentaria, porque se podrán consumir alimentos naturales, incluso agroecológicos, libres de pesticidas, porque incluso en los importados legalmente se encuentran residuos de químicos por encima de lo permitido.

Además, la aplicación de esas políticas permitirá la creación de fuentes de empleo para los compatriotas que en la actualidad tratan de sobrevivir en la informalidad y la miseria. A modo de ilustración, el monocultivo en extensas tierras da empleo a una o dos personas. En cambio la agricultura familiar campesina requiere de numerosas personas para su producción y comercialización.

La presencia del virus, Covid19, viene causando estragos en diferentes sectores de la sociedad. Desnuda una vez más las carencias que padecemos, especialmente en salud. A la falta de previsión ante esta pandemia se suman manejos desprolijos y poco claros de ingentes recursos que sigue disponiendo el gobierno para hacer frente a esta pandemia y sus graves consecuencias en diversos ámbitos. Particularmente afecta gravemente la economía del país, por sobre todo al sector rural empobrecido y por ende la considerable reducción de fuentes de empleo, lo que obligó a miles de familias a buscar alternativas de subsistencia en la informalidad y en la solidaridad de la ciudadanía a través de las ollas populares.

La Red Rural insta al gobierno y sus funcionarios a tomar conciencia de la gran responsabilidad de gestión que tienen para rever la crítica situación de miles de paraguayos que padecen desnutrición, falta de empleo, marginación, exclusión y tantas otras injusticias que sufren cotidianamente en el campo y en las ciudades.

La Red Rural aboga por la plena y real vigencia de los postulados de la Declaración Universal de los Derechos Humanos en nuestro país, de modo tal a superar esas escandalosas falencias, desigualdades y exclusiones que afectan negativamente a la calidad de vida de las personas.

Red Rural-Paraguay

Diciembre 2020

Acerca Comunicación Pojoaju

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