El grupo de trabajo de protección de personas de Forus se reunió para un seminario web donde se trató la importancia del liderazgo y la cultura organizativa para la protección de personas. Para crear una cultura de protección de personas positiva se necesita primero un compromiso explícito de los líderes para asumir su responsabilidad, demostrar continuamente un liderazgo basado en principios, y procurar la aceptación de las iniciativas de protección de personas.
El grupo de trabajo sugirió este tema en una encuesta sobre prioridades a la hora de trabajar con sus miembros. Una cultura de protección de personas positiva es fundamental para garantizar que las organizaciones protejan a sus empleados y a otras personas que establecen contacto con los mismos. Para crear una cultura de protección de personas positiva se necesita primero un compromiso explícito de los líderes para asumir su responsabilidad, demostrar continuamente un liderazgo basado en principios, y procurar la aceptación de las iniciativas de protección de personas.
Los líderes deben procurar también que se mantengan los procesos y políticas de protección de personas vigentes, y que sean aptos para cualquier grupo en riesgo de sufrir daños. La protección de personas es algo emocional, y es fundamental emplear el liderazgo de un modo positivo para que todos los miembros de una organización se sientan en confianza para compartir sus opiniones y plantear inquietudes. Por lo tanto, comprender e implicarse en la protección de personas a nivel de los líderes es crucial para llevar a cabo el cambio cultural.
Las plataformas pueden ayudar a generar confianza a sus miembros en los niveles superiores proporcionando formación y apoyo entre pares para los directivos. En este proceso para hacer posible el cambio cultural es necesario animar al personal a trabajar como un colectivo y dar su opinión sincera. Las organizaciones pueden promover la participación e implicación del personal delegando poder y desarrollando herramientas (como el “Pledge to Action” de InterAction) diseñadas para empleados a todos los niveles.
El cambio cultural en la protección de personas es un proceso a largo plazo donde no se pueden obtener resultados inmediatos. Es importante que los líderes conozcan bien este proceso para poder gestionar las expectativas y comprender el compromiso que requiere. Dada la naturaleza de este cambio, los líderes deben dejar muy claro en sus organizaciones que dicho proceso puede prolongarse durante años.
Todas las herramientas y guías desarrolladas por plataformas del sector deberán ser flexibles y emplear formatos que permitan a los miembros participar rápidamente en este trabajo con plazos amplios. Los líderes deben ser conscientes de su responsabilidad para rendir cuentas y deben saber supervisar los avances en este cambio de la cultura de protección de personas. Las plataformas deben medir la participación con sus guías y herramientas de liderazgo entre los miembros, pero no vigilarlos. Esta medición sirve para asegurarse de que sus guías y herramientas son útiles, y que el cambio cultural sigue siendo un proceso efectivo.
Planteamientos ligeros por parte de las plataformas serían, por ejemplo, implicarse en los cambios del sector y el aprendizaje entre pares, mientras que un planteamiento más profundo sería la elaboración de informes internos. La cultura organizativa y el liderazgo, en el contexto de la protección de personas, tienen mucho que ver con el seguimiento del trabajo de una organización, la rendición de cuentas y las medidas de supervisión.
Las definiciones de liderazgo transformador y cambio cultural varían en cierta medida dependiendo de la organización. Lo que sí debe ser universal es que, para poder realizar el cambio en la protección de personas a través del liderazgo y la cultura organizativa, las organizaciones deben implicarse en buenas prácticas y valores y comportamientos claramente definidos, así como abogar por un análisis y curiosidad cotidianos en las mismas y en todos los niveles.
Forus es una red global de 69 plataformas de ONG nacionales, entre las que se incluye POJOAJU, y 7 coaliciones regionales (CR) de 5 continentes. Las NPF son, de acuerdo con nuestros estatutos, los miembros activos de Forus, mientras que las CR son los miembros asociados.
Como actor catalizador legítimo que representa la voz de ONGs de todo el mundo, Forus trabaja para desarrollar las capacidades de la sociedad civil para garantizar una participación real y eficaz de los agentes de la sociedad civil en negociaciones oficiales.
Forus defiende una mejor dotación de recursos de la sociedad civil y la existencia de un entorno propicio para que las organizaciones de la sociedad civil influyan en las políticas públicas a nivel nacional, regional e internacional.
Fuente: Redactado por Andrew May, asesor de protección de personas del sector